Obra teatral que es la Invitación a respetar verdades, idiomas, a no negar la completa historia y atender a la palabra protagónica en Antidés, para conocer reinventadas maneras de vivir, provenientes de tradicionales ancestrales. Ella habla por la diversidad de etnias, la pasión de una vida digna, el compromiso en recuperar la naturaleza y huesos, identidades de antepasados todavía por encontrar. Vemos acciones arraigadas mientras resiste a la colonización; es la fuerza por seguir siendo los mismos la que hace renunciar al silencio de este mundo, desenvuelve la palabra necesaria para defender. El poder del silencio también es protesta, en la expresión física y los gestos, que expresan las didascálias. Los relatos son respuestas en las observaciones y el pedido de Romualdo, poniendo permanentemente en evidencia el erróneo saqueo, esclavización, persecución .
La estructura del drama , compuesta por un solo acto, manifiesta toda la obra el conflicto principal: genocidio, y porque no habrá cambios de escenografías sino lumínicos. Se divide la obra en escenas para cuando la actriz cambia la interpretación de personajes. Cuadros quebrando unidad del lugar, reforzando contenido de escenas, y con el fin de resaltar momentos místicos que no tienen una línea narrativa continuada con la escena o cuadro anterior.
El final; deja la tarea a los espectadores de seguir haciendo algo, una reinvención de la civilización destruida. Aunando arte autónomo y praxis social..